Por PJ Friesen
Lo que leí hoy: Romanos 7 y 8 Lo destacado de hoy: Romanos 7:21-25 Pensamiento: 21 Así que descubro esta ley: que, cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal. 22 Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios; 23 pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. 24 ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal? 25 ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor! En conclusión, con la mente yo mismo me someto a la ley de Dios, pero mi naturaleza pecaminosa está sujeta a la ley del pecado. Qué significó para mí: Leer esto me hizo pensar que debería sentirme desanimado o frustrado. Pero no es así. Esto resuena en mí. No estoy seguro si debería ser así, pero es así. Cuando hago algo mal, esto es un argumento (vv. 13-24) que tengo conmigo. Pero el versículo 25 a lo dice todo. Esto no es el final, ¡Dios mismo hizo una solución para mí! ¿Cómo no dar gracias con mi arrepentimiento? Mi oración a Dios: Padre Celestial, perdóname por aferrarme a las cadenas de las cuales tú me liberaste, cadenas que me llevan al pecado y a la muerte. Te agradezco por darme una solución para mí, muy lejos de la muerte y el sepulcro, para tomarme y darme nueva vida en Ti. En el santo nombre de Jesús, Amén.
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Por PJ Friesen
Lo que leí hoy: Romanos 6 Lo destacado de hoy: Romanos 6:5-10 Pensamiento: 5 En efecto, si hemos estado unidos con él en su muerte, sin duda también estaremos unidos con él en su resurrección. 6 Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado; 7 porque el que muere queda liberado del pecado. 8 Ahora bien, si hemos muerto con Cristo, confiamos que también viviremos con él. 9 Pues sabemos que Cristo, por haber sido levantado de entre los muertos, ya no puede volver a morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él. 10 En cuanto a su muerte, murió al pecado una vez y para siempre; en cuanto a su vida, vive para Dios. Qué significó para mí: Probablemente debí haber escrito los versículos del 1-14. No es así como crecí pensando del bautismo. No es una ceremonia de limpieza. El Bautismo es un funeral y un nacimiento, todo en uno. Una crucifixión y un entierro, con Cristo, de mi antigüo yo. Y una resurrección, con Cristo, de mi nueva naturaleza en la justicia, sin pecado. Pero a veces, siento que aún tengo un pie en la tumba, como si no estuviera dispuesto a aceptar esta libertad, o como si no estuviera seguro de que alguien como yo pueda tener esto. Pero esos pensamientos y miedos son una mentira. La verdad es, que no merezco esto, no soy lo suficientemente bueno, pero Dios me ama tanto que Él me da esta libertad a cambio de quien soy y lo que he hecho. Mis errores son muchos y grandes, pero mi Dios es mayor. Mi oración a Dios: Papá: Beso tus pies y a ti me entrego dándote gracias por todas tus maravillas que me muestras, comenzando con tu maravillosa creación, beso tus pies y a ti me entrego, en el nombre de Jesús, Amén. |
AutorLos devocionales que se comparten son elaborados por los miembros de Discipulado Internacional México en su tiempo diario a solas con Dios. Archivos
Marzo 2024
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